lunes, 27 de mayo de 2013

Vincent Price: Estremecer con calidad


Llegó al género del terror tras una dilatada carrera. Vincent Price nunca quiso que se le recordara únicamente por sus papeles de malvado pero lo cierto es que los bordó, gracias a su voz y su aspecto de noble siniestro y decadente. Su galería de villanos ha pasado a la historia del cine de terror sin necesidad de recurrir al maquillaje, ya que le bastó la fuerza de su rostro para sembrar el escalofrío.

Fue uno de los pocos grandes “monstruos” del terror que no nació en el viejo continente, sino en Saint Louis (Missouri), aunque su aspecto y su cuidada dicción llevaron a muchos a pensar que Vincent Price era británico. Otro hecho que le diferenció de sus “rivales” por el título de “Rey del Terror” fue que su carrera no se centró en este género, sino que sólo una pequeña parte de sus más de cien películas buscaban estremecer al público.

Price hizo teatro, cine, radio, televisión, grabaciones e, incluso, recitales de lectura. Excelente crítico y coleccionista de arte, vio como esta pasión, favorecida por el ambiente culto que presidía su familia, surgía en él desde pequeño ya que contaba sólo doce años cuando adquirió su primera obra de arte y algunos más cuando sus padres lo llevaron a Europa para que conociera algunos de los más importantes museos del mundo.

Nacido un 27 de mayo de 1911, hijo de un fabricante de golosinas de la clase media alta y descendiente en línea directa del primer niño de las colonias nacido en Massachusetts, en 1933, Price se licenció en historia del arte en Yale y se trasladó a Nueva York donde se dedicó a la docencia. Desde allí viajó a Inglaterra para cursar estudios de Bellas Artes que finalizaría en 1935 cuando le aprobaron una tesis sobre el renacentista Alberto Durero. Convencido que nunca sería un buen pintor, cambió su vocación por la escena, y ese mismo año, gracias a unos amigos que le recomendaron, encontró su primer trabajo como actor en el melodrama "Chicago" en el que, paradójicamente frente a lo que sería su futura carrera, estaba del lado de la ley.

Su siguiente trabajo fue en la representación "Victoria Regina", en el papel de Príncipe Alberto. La obra pasó por Londres y llegó a Broadway y el éxito cosechado le abrió a Price las puertas del cine. Sus condiciones llevaron a la Metro a ofrecerle un contrato en 1937, sin embargo el actor decidió firmar para la Universal. El tiempo le haría arrepentirse de su elección. El debut llegó al año siguiente con "Service de Luxe" a las órdenes de Rowland V. Lee, el director que lo llevó a incursionar por primera vez en el género del terror, permitiéndole compartir cartel con dos de los actores más importantes de la compañía: Basil Rathbone y Boris Karloff.

La película en cuestión fue "The Tower of London" (La Torre de Londres, 1939), en la que Price encarnaba al Duque de Clarence. Después de filmar "The Invisible Man Returns" (El Regreso de el Hombre Invisible, 1940), continuación del clásico de James Whale, y un par de producciones de segunda fila, la Universal decidió no renovar el contrato del actor.

Todavía no era considerado una estrella y su altura (como le ocurrió a Chistopher Lee) le supuso alguna dificultad para trabajar con muchos de los “pequeños” actores de Hollywood. Finalmente firmó con la 20th Century Fox un contrato, similar al que mantuvo con la Universal, que le permitía seguir sus representaciones teatrales. Durante los seis años siguientes, Price realizó once películas en exclusiva para la Fox destacándose en algunos papeles memorables, como el de "Laura" (1944) de Otto Preminger. También en los años ‘40 comenzó su carrera radiofónica y durante algún tiempo le puso su voz al personaje de El Santo.

Cayendo en el lado oscuro

Fue precisamente en esta época cuando el actor comenzó a ganarse la imagen de galán perverso y malvado, que le llevó a interpretar sus dos primeros papeles protagonistas en 1946: "Shock" (El Susto) y "Dragonwyck" (El Castillo de Dragonwyck). La primera, fue una producción de bajo presupuesto en la que utilizó su poderoso magnetismo para interpretar a un psiquiatra que trata de volver loca a una paciente que le ha visto cometer un asesinato; la segunda, significó el debut de Joseph L. Mankiewicz. También participó en esa reunión de grandes monstruos que fue "Abbott and Costello Meet Frankenstein" (Abbott y Costello contra los Monstruos, 1947): en la última escena, se escucha su voz diciéndole a la pareja de cómicos: “Permítanme que me presente, soy el Hombre Invisible”. Un aporte muy particular.

Con Gene Tierney en "Dragonwick", 1946
Antes de renovarle el contrato la Fox también decidió dejarlo marchar, debido a que las exigencias económicas de Price habían subido considerablemente. Mientras las productoras se lo rifaban (participó en películas de la Metro, la Universal y RKO), tuvo tiempo de abrir, junto a su compañero George Mac Ready, una pequeña galería en Beverly Hills, con la intención de popularizar el arte. Para esta época también formó parte de algunos círculos de lectura, donde exponía su concepción del arte, y dió sus primeros pasos en la televisión. En lo personal, se divorció de Edith Barret, actriz con quien se había casado en 1938, y reincidió con la diseñadora de moda de la Paramount, Mary Grant, con la que le unía su afición por las bellas artes y la gastronomía.

Sin contrato fijo con ninguna productora, la calidad artística de la carrera de Price decayó, ya que la necesidad de trabajo le obligó a aceptar algunas producciones de escaso interés. Sin embargo, su posición en el género del terror se consolidó en 1953 con su trabajo en "House of Wax" (El Museo de Cera), film donde interpretó a un escultor desfigurado por un incendio que usa, en su museo de cera, los cadáveres de sus enemigos como base de sus figuras. La película, dirigida por A. de Toth, fue rodada bajo el sistema tridimensional y Price siempre cuestionó la elección del realizador, ya que le pareció poco oportuno contratar a un director tuerto para un film en 3-D.

Después de participar en algunas producciones menores del género del terror ("The Mad Magician" en 1954 y "The Story of Mankind" en 1957) y en "The Ten Commandments" (Los Diez Mandamientos) en 1956, realizó otro trabajo histórico en un nuevo clásico del terror: el hermano del científico que se convierte en un engendro, mezcla de hombre e insecto, en la primera versión de "The Fly" (La Mosca, 1958). Su fuerza interpretativa le convirtió en el protagonista del film y el éxito de la película permitió su continuación, en la que volvió a participar Price. Después llegarían interpretaciones a las órdenes del director William Castle, famoso por los trucos que preparaba en las salas de cine para sorprender y asustar al espectador. El fruto más importante de esta colaboración fue "House on Haunted Hill" (La Casa de la Colina Embrujada, 1958).

La cúspide: Corman, Price & Poe

Como Roderick Usher en "The Fall of
House of Usher", 1960
En 1960 comenzó una de las etapas más importantes dentro de la carrera del actor, al iniciarse la fructífera colaboración entre Price, la American International Pictures (AIP) y el productor y director Roger Corman, con Edgar Allan Poe como telón de fondo, adaptado por el guionista Richard Matheson. Corman había propuesto a la AIP realizar "The Fall of House of Usher" (La Caída de la Casa Usher), una película sin monstruos (el monstruo sería la propia casa), que permitiría abaratar los costos. Convenció a la productora y consiguió veinte días para el rodaje y 270 mil dólares de presupuesto, de los que una buena parte se destinaron a pagar los honorarios de Price. Corman estaba convencido que la presencia, la elegancia y la cultura del actor crearían la inquietud necesaria entre el público hacia el personaje de Roderick Usher. Vincent bordó su papel de barón atormentado y decadente.

Como pueden leer en este mismo blog (http://decinemusicayotrasyerbas.blogspot.com.ar/2013/01/roger-corman-e-poe-binomio-perfecto.html), el éxito de la película animó a la AIP a continuar explotando el filón Corman-Price-Poe. Cada nuevo film aprovechaba los decorados anteriores, lo que permitía ir mejorando el obsesivo universo de Poe. Así llegaron "The Pit and The Pendulum (El Pozo y el Péndulo, 1961), "Tales of Terror" (Historias de Terror, 1962), "The Raven" (El Cuervo, 1962), "The Haunted Palace" (El Palacio de los Espíritus, 1963), "The Masque of the Red Death" (La Máscara de la Muerte Roja, 1964) y "The Tomb of Ligeia" (La Tumba de Ligeia, 1965). Aunque existen críticos hacia esta serie (por repetitiva, por dejar de lado los relatos de Poe, o por cualquier otra razón), lo cierto es que el equipo funcionó a la perfección, se lograron obras originales y la serie permitió algunas de las mejores interpretaciones de la carrera de Price.

Durante aquellos años el actor alternó su trabajo con Corman con algunos de los papeles más flojos de su carrera. Tan sólo podemos destacar "A Comedy of Terrors" (La Comedia de los Terrores, 1964), que reunió, a las órdenes de Jacques Tourneur, a los grandes “dinosaurios” del cine de terror: junto a Price participaron Boris Karloff, Basil Rathbone y Peter Lorre, en una excelente parodia del género, en la que un empresario de pompas fúnebres, acuciado por las deudas, decide buscar sus propios “clientes”. La colaboración de Price con Tourneur continuó en "City under the Sea" (La Ciudad Sumergida, 1965) y se habría extendido a un tercer trabajo, basado en el relato de H. G. Wells When the sleeper wakes, si no se hubiera producido el súbito fallecimiento del realizador.

Con Virginia North en "The Abominable Dr Phibes", 1971
A esa altura la identificación de Price con el terror era inmediata y los papeles se sucedían pero no siempre en películas que pudieran aportarle algo a su carrera como las muy regulares "The Oblong Box" (El Ataúd) y "Scream, Scream Again" (La Carrera de la Muerte), ambos títulos de 1969. El éxito volvió cuando a comienzos de los años ‘70 filmó "The Abominable Dr. Phibes" (El Abominable Doctor Phibes). Previamente, el actor se convirtió en una de las tantas estrellas que participaron en la serie Batman, el éxito de la televisión americana de aquellos años. Su caracterización de “El Cascarón” quedó para una antología de los villanos.

En 1973 llegó el que el propio Price manifestó en alguna ocasión que fue su mejor trabajo: "Theatre of Blood" (Teatro de Sangre). En él, Vincent da vida a Edward  Lionhart, un actor shakesperiano que, despreciado por los críticos, decide vengarse de ellos. Durante el rodaje entabló relación con la actriz Carol Browne, que se convertiría en su tercera esposa un año más tarde. Después de trabajar en "Madhouse" (1974), sus interpretaciones, fuera como dentro del género del terror, se fueron distanciando y tanto "The Monster Club" (El Club de los Monstruos, 1980) como "The House of the Long Shadows" (El Caserón de las Sombras Largas, 1983), eran intentos de seguir haciendo un cine de horror como el de antes.

El género había evolucionado hacia caminos más sangrientos, un estilo que, según palabras del actor “era muy violento e innecesario”. Además, a pesar de su cuidada realización técnica, para Price el nuevo cine de terror no tenía ni historia ni humor. A esto había que añadir que su avanzada edad ya no le permitía demasiadas alegrías, aunque no le impidió, con más de setenta años, viajar a Venecia para mantener su afición culinaria y aprender la cocina típica del norte de Italia.

Con Diana Rigg (la Emma Peel de la serie
Los Vengadores) en "Theatre of Blood", 1973
En cualquier caso, su voz seguía en plena forma y la aportó para películas de dibujos animados como "The Great Mouse Detective" (Basil, el Ratón Superdetective, 1985) o en el homenaje que le rindió Tim Burton en su corto "Vincent", sobre un niño obsesionado con el actor. El propio Burton dirigió a Price en su última aparición cinematográfica: "Edward Scissorhands" (El Joven Manos de Tijeras, 1990). Con casi ochenta años, encarnó al creador de una criatura tierna e ingenua que muere antes de concluir su obra. Desde entonces, pocas veces abandonó su casa de Sunset Hills, sobre todo tras el fallecimiento de su esposa en 1991. El 25 de octubre de 1993, a pocos días de una nueva fiesta de Halloween, Vincent Price murió en Los Angeles.

Estuvo orgulloso de interpretar una amplia galería de villanos, de los que pensaba que eran los verdaderos creadores del suspenso y en los que se basaba el drama pero también los más divertidos de encarnar. Llegó al cine como tantos otros actores teatrales: por su voz; pero, como él mismo confesó, para triunfar en el género de terror “era necesario tener una voz profunda... y lo más importante: una risa diabólica”. Ambas, sumadas a sus naturales condiciones interpretativas, lo convirtieron en algo más que una estrella del horror en esas películas de terror de bajo presupuesto con las que acabó viéndose asociado. Es  innegable que logró colocarse a la altura de las más grandes estrellas del género y que lo hizo sin maquillajes, películas de primera categoría o el respaldo de un gran estudio.

Price, descubierto con admiración por las nuevas generaciones que se asoman al cine de terror, deleitó a los fans con su variedad única e inimitable de la villanía cinematográfica: llevó a cabo sus despreciables acciones con perversa astucia y un claramente perceptible brillo burlón en la mirada que indicaba a su público que él también estaba compartiendo esa diversión tan reprochable y llena de miedos.

Venerado Vincent

El Príncipe Próspero de "The Mask of
the Red Death", 1964
• Al igual que ocurre con la gran mayoría de villanos cinematográficos, el verdadero Vincent Price era muy distinto a la imagen que el público se había hecho de él. En una ocasión declaró a la revista Photoplay : “Lo que más me gusta interpretar es comedia... ¡incluso la más exagerada! Me encanta reír y pasarlo bien. Supongo que en el fondo de mi corazón soy un cómico nato, pero aunque al comienzo de mi carrera interpreté muchos papeles cómicos, parece ser que mi constitución y mi aspecto general no encajan demasiado bien con las payasadas realmente locas que me gustaría hacer, así que he de contentarme “exagerando” un poco algunas de mis interpretaciones más macabras”.

• Invitado en 1990 al Weekend of Horrors organizado en Estados Unidos por la revista Fangoria, Price reconoció que el gran atractivo de trabajar en películas de terror residía en el público que gusta de ellas: “Y cuando están hechas con la imaginación que Roger Corman invirtió en ellas a la gente le encantan. Son como los cuentos de hadas... Poseen una cualidad irreal, y sin embargo son reales. Te asustan y gritás, y luego te reís de vos mismo. Resultan muy divertidas”.

• Después de su debut cinematográfico, en 1938, con la película Service De Luxe, la revista Variety comentó: “Hasta este momento, Price era totalmente desconocido para el público que va a los cines, pero ha empezado con muy buen pie y puede que llegue muy arriba”.

• En 1978 Price declaró a la revista Esquire: “A principios de los años cuarenta, entre película y película, continué trabajando en teatro. Tuve la oportunidad de interpretar al malvado protagonista de la obra ‘Angel Street’, de Patrick Hamilton. Al finalizar la función, cuando salí a saludar delante del telón el público me silbó y comprendí que por fin había encontrado mi lugar”.

• Alguna vez Price comentó que "Laura", el film de misterio que rodó para la Fox en 1944, había sido una de las mejores películas de toda su carrera pero que si tuviera que escoger una sola película suya para salvarla de la desaparición esa sería "Dragonwyck", un drama gótico también producido por la Fox en 1946: “El de Dragonwyck era un papel muy difícil de interpretar, porque se trataba de un loco, un monomaníaco, pero él no lo sabía y eso hizo que interpretarlo supusiera todo un desafío”.

Junto a Tim Burton (izq.) y Jhonny Depp,
durante la filmación de "Edward Scissorhands", 1990
• Sus impresionantes interpretaciones en "House of Usher" y "Pit and the Pendulum" se cuentan entre las mejores de la carrera de Price. Comentando con un periodista del diario The Guardian sus trabajos basados en los relatos de Edgar Allan Poe, Price aseguró en 1973: “Quizá no sea el típico personaje de Poe, pero siento una gran simpatía hacia esa clase de personas solitarias y meditabundas. Me resultan muy comprensibles, y entiendo muy bien esa indefinible cualidad sureña y de Nueva Inglaterra que hay en Poe”.

• En 1982, Vincent Price dejó su impresión sobre el nuevo cine de terror: “Las películas de terror actuales no me gustan nada. Me niego a trabajar en ellas. Son pura y sencillamente bestiales y horrendas y, para ser franco, no las entiendo”.

• Algunas películas, como "El Cuervo" o el episodio 'El Gato Negro' del film "Tales of Terror", revelaron su talento para parodiar la imponente imagen cinematográfica que se había creado. “Casi todo me resulta divertido -dijo una vez Price-, especialmente mi propia persona. En cuanto empiezo a tomarme muy en serio no puedo contener las carcajadas”.

• A pedido de Michael Jackson, Price proporcionó la narración estilo rap del álbum y el video Thriller del cantante norteamericano. A propósito de ese trabajo el actor comentó: “Mis amistades pensaron que me había vuelto loco, pero siempre me han gustado los experimentos”.

Filmografía seleccionada

The Tower of London (La torre de Londres, 1939)
Laura (1944)
Leave her to heaven (Que el cielo la juzgue, 1945)
Dragonwyck (El castillo de Dragonwyck, 1946)
The Three Musketeers (Los tres Mosqueteros, 1948)
House of Wax (El museo de cera, 1953)
The Ten Commandments (Los Diez Mandamientos, 1956)
The Story of Mankind (La historia de la humanidad, 1957)
The Fly (La Mosca, 1958)
House on Haunted Hill (La casa de la colina embrujada, 1958)
Return of the Fly (El retorno de la mosca, 1959)
The Fall of the House of Usher (La caída de la Casa Usher, 1960)
Pit and the Pendulum (El pozo y el péndulo, 1961)
Tales of Terror (Historias de terror, 1962)
The Raven (El cuervo, 1963)
The Mask of the Red Death (La máscara de la Muerte Roja, 1964)
Tomb of Ligeia (La tumba de Ligeia, 1965)
The abominable Dr. Phibes (El abominable Dr. Phibes, 1971)
Theatre of Blood (Teatro de sangre, 1973)
The Monster Club (El club de los monstruos, 1980)
The Whales of August (Las ballenas de agosto, 1987)
Edward Scissorhands (El joven Manos de Tijeras, 1990)

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